La fosa común de Oviedo, una de las más grandes de España, es un símbolo permanente de la tragedia. Nuestros familiares, camaradas o compañeros, que fueron asesinados y sepultados en élla, nos hacen recordar: no olvidamos a quienes más cerca estaban de nosotros, y que nos fueron arrebatados injustamente, por fuerzas irracionales, por haber compartido la defensa de unos ideales de paz y democracia. La respuesta fue la muerte más vil.

En mi caso la fosa encierra la memoria de mi abuelo, Herminio Fernández Onís, de quien tengo el orgullo de ser descendiente y de llevar su nombre. Natural de Nava, vecino de Sama de Langreo, hombre bueno y noble que dejó en su asesinato viuda y dos hijas de corta edad.  Lo mataron  como a todos los demás,  siendo inocente. Murió con la cabeza alta, y deseando para España una libertad que tardaría demasiado en llegar.

Ante todo queremos con nuestros esfuerzos restaurar el honor de quienes dieron  su vida por la Libertad y la República. Y pensamos que no hace falta sacar los cuerpos de las Fosas Comunes y enterrarlos en otra tumba, para homenajearlos y reconocer su obra. Esta página quiere ser un tributo a todos los que sufrieron y sufren por el odio más visceral: prueba de que el hombre es el animal más cruel, más despiadado y más asesino de la naturaleza.

 

     

 



 

 

 

 

 

Herminio Fdez Onís, con sus hijas Alicia (izquierda) y Angelita (derecha)

 

 

 

 

 

 

 

 

Sama de Langreo - Asturias ( República Española )
Junio de 1.936

 

 

 

Asociación de Familiares y Amigos de la Fosa Común de Oviedo ( A.F.A.F.C. )