EDITORIAL PRENSA ASTURIANA Director: Isidoro Nicieza


Viernes17 de Noviembre de 2006

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Macrino Suárez.

GIJÓN

«La ley de memoria histórica está tan suavizada que en absoluto logra rehabilitar a las víctimas»
«Cuanto más se modernice la Constitución, más se acercará a la República»

Sandra SALAZAR

El debate sobre la memoria histórica y la reparación de las víctimas de la guerra civil sigue abierto. A unos días de su discusión parlamentaria, la ley que tramita el Gobierno de Zapatero divide a partidos políticos y asociaciones, que no acercan posturas sobre los contenidos de la norma. Para Macrino Suárez, ex ministro de la II República en el exilio, «nadie quiere recuperar la memoria para una venganza sino para restablecer la justicia». Hoy expone su opinión sobre la futura ley en una charla coloquio, a las 19.00 horas, en el aula 6 del Centro Municipal de La Arena.


-¿Cuáles son, a su juicio, los aciertos y errores de la ley?


-Aciertos pocos, pues está llena de vacíos políticos y jurídicos. Es un texto tan suavizado que en absoluto supone la rehabilitación moral y material de las víctimas del franquismo ni la condena de la dictadura franquista definitiva.


-En concreto?


-No declara la nulidad de los juicios sumarísimos de las ejecuciones extrajudiciales y desapariciones de personas llevadas a cabo por los franquistas, sobre todo entre 1939 y 1975, porque ahí ya no hablamos de dos bandos sino de uno. Tampoco institucionaliza la labor de localización, identificación y exhumación de las víctimas republicanas, cuando el responsable fue el Estado español, que es quien tiene que llevar a cabo un proyecto de recuperación de la memoria como lo ha hecho Alemania al asumir los crímenes de los nazis.


-Los ayuntamientos podrán decidir qué hacer con los símbolos franquistas.


-No estoy de acuerdo. Habría que quitarlos o bien dejarlos con una aclaración de quién fue esa persona y lo que supuso, para que lo conozcan las nuevas generaciones, como han hecho con la casa de Hitler en Alemania.


-¿Suscribe la propuesta de los grupos parlamentarios de rectificar la ley?


-Lo más correcto sería retirarla, porque no hace falta. Hay una jurisdicción internacional, además de informes internacionales avalados por Amnistía Internacional demostrando la ilegalidad del régimen franquista, que son imprescriptibles con efecto retroactivo. El debate se acabaría si España aplicara las leyes de derecho internacional, algo que se ha hecho en Argentina o Chile.


-¿Cómo ha vivido el 75.º aniversario de la II República?


-Ha habido muchos actos y manifestaciones, pero parece que los partidos tienen miedo a hablar de la República. El problema que se perfila ahora es si la democracia se consolida mejor con una institución monárquica o una republicana; y me sorprende que eso no se pueda discutir.


-¿No está ya consolidada?


-No cuando la organización territorial del país no funciona bien. Hubo un problema de partida de dos comunidades que habían tenido un Estatuto de Autonomía que ha derivado en diecisiete problemas. Tampoco las relaciones con la Iglesia, cuya financiación la tendrían que asegurar los fieles católicos y no el contribuyente general. Hoy los partidos están haciendo una política partidista, no siguen los intereses del ciudadano, y eso puede ser fatal para la democracia.


-En una ocasión dijo que España se está convirtiendo en una «Marbella de Marbellas».


-Por cómo se está desarrollando la corrupción. La construcción puede ser una fuente de financiación para los ayuntamientos, pero también de corrupción. Todos los días vemos casos de corrupción de un alcalde, independientemente de su signo político.

 
-¿La Constitución del 78 está obsoleta?


-La del 78 fue una Constitución de consenso. Las constituciones no son armaduras de guerrero, sino que tienen que adaptarse a la sociedad si se quieren solucionar problemas como la configuración territorial del país o la sucesión de la Corona. Hay que modernizarla y, cuanto más se modernice, más se acercará a la República.


-¿El pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla?


-Claro, por eso es necesaria la memoria colectiva. El proyecto de ley tiende a que haya una memoria familiar, individual, que reconoce a las víctimas. Eso está muy bien, pero de lo que se trata es de crear una memoria colectiva, que es la única manera de cerrar esas heridas: que se sepa la verdad y se dé a conocer. Si no se recupera, claro que se puede repetir.
 

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