EDITORIAL PRENSA ASTURIANA Director: Isidoro Nicieza


Miércoles 19 de Abril de 2006
GIJON

II República
LUIS ÁLVAREZ VIEJO

Con motivo del 75.º aniversario de la II República, se han vertido opiniones para todos los gustos, pero desgraciadamente muchas de estas opiniones no están basadas en datos históricos contrastados.
La República es para mí un sistema que encarna la realidad de la sociedad, pues en su fundamento está la igualdad de las personas para ocupar los más altos cargos de un Estado, siendo la elección de estos cargos democrática.

La República, entre otras mejoras, trajo un salto importantísimo en educación, construyéndose miles de colegios, y un gran avance en cuanto a derechos laborales.

Los detractores de la República argumentan sobre el anticlericalismo de la misma. Hay que reconocer que hubo excesos, los cuales se tenían que haber cortado de raíz, pero me pregunto por qué las órdenes religiosas generaban tanto rechazo. A mí entender era debido a que la Iglesia católica estaba al servicio de las clases más pudientes y alejada de las enseñanzas de Cristo.

Entonces, ¿por qué fracasó estando apoyada por prácticamente todos los intelectuales y artistas de este país? La República tenía en contra al clero y a la burguesía, además la clase obrera y los campesinos querían ir más deprisa, con lo que se generaron múltiples conflictos que desembocaron en unas elecciones generales que ganó la derecha más reaccionaria, encabezada por la CEDA, que se declaraba contraria a la Constitución y que no disimulaba sus simpatías por las políticas fascistas de Italia y Alemania.

Este Gobierno mira para otro lado cuando se vulneran muchas normas laborales y destituye a infinidad de corporaciones municipales. En Asturias, el Gobierno secuestra los periódicos cuando dicen algo que no le gusta, por ejemplo, el periódico «Avance» puede decirse que no hay una semana que alguna de sus ediciones no vea la calle. Con todo esto, junto al temor de que con la entrada de dirigentes de la CEDA en el gobierno España siguiese el camino de Alemania y Austria, se enconan los ánimos convocándose la huelga general revolucionaria del 34, que como tal sólo se da en Asturias. A esta huelga le sigue una represión durísima sobre los participantes.

En este punto, hay que aclarar el episodio de la voladura de la Cámara Santa. Este hecho se atribuye como una muestra más del anticlericalismo de los huelguistas, pero esto no es así, ya que hay que recordar que en lo alto de la Catedral estaba instalada una patrulla gubernamental, con lo que dicha voladura sólo se puede atribuir a la batalla. Si las fuerzas gubernamentales no hubiesen empleado la Catedral como parapeto nunca se hubiese producido daño alguno a la misma.

Leyendo su periódico el pasado día 14, Fermín Alonso, en un artículo relacionado con la conmemoración del 75.º aniversario, da unas cifras sobre el número de milicianos en el cerco a Oviedo en los primeros días que, como mínimo, son producto de una errata tipográfica ya que habla de 15.000 o 20.000.

Hagamos historia. Aranda se define como defensor de la República ante las autoridades civiles asturianas, por lo que los días 18 y 19 de julio parten dos expediciones rumbo a Madrid de voluntarios asturianos pedidos por Indalecio Prieto para la defensa del Gobierno de la República. Pero en la sombra estaba preparando el alzamiento, ya que el mismo día 18 manda concentrar las fuerzas militares y de orden público en Oviedo, preparándose las de Gijón para tomar la ciudad. Una vez que parten, Aranda se subleva aprovechándose de que en Asturias sólo queda la CNT como defensora de la República, la cual se mostró contraria a dichas expediciones ya que no se fiaba de Aranda. Este último despliega sus fuerzas en Oviedo y en Gijón. La CNT manda voluntarios de La Felguera para la defensa de Gijón quedando Oviedo en manos de los militares sublevados.

Durante los siguientes días se empiezan a concentrar pequeños grupos en el perímetro de Oviedo, pero nunca superando, en los días a los que se refiere Fermín Alonso, la cifra de 2.000 hombres, la mayoría con escopetas,, en contraposición con Aranda que cuenta con 2.300 hombres en Oviedo bien armados. Razón que lleva a no darse la primera ofensiva seria hasta octubre, momento en el cual había, en toda Asturias, unos 15.000 hombres mal armados, pues contaban con 50 fusiles ametralladoras, 22 ametralladoras, 13 morteros y fusiles de distintos calibres con ese problema añadido para el aprovisionamiento, que tenían que defender tres frentes: Grado, los puertos de montaña y Oviedo, ya que Gijón estaba dominado por los milicianos leales a la República que habían ganado la batalla a las fuerzas militares. Los militares sublevados contaban, sólo entre Grado y Oviedo, con 21.700 hombres, entre infantería, legionarios, regulares, artillería, ingenieros, guardias civiles, guardias de asalto, servicios y voluntarios, por lo que las fuerzas republicanas siempre se encontraron en inferioridad de condiciones.

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